¿No sabes qué impuestos debes pagar al comprar o vender un coche de segunda mano?

A la hora de comprar un coche, la ilusión es adquirir uno nuevo y super moderno, totalmente equipado y que robe todas las miradas cuando conduzcas por las calles de tu ciudad.

Sin embargo, tener un coche nuevo, requiere un gasto considerable que no está al alcance de todos de buenas a primeras. En estas ocasiones, adquirir un coche usado siempre es una excelente opción. 

 

Tanto comprar un coche nuevo como uno usado, tiene diversos pros y contras y todo comprador debe analizar en detalle que le conviene más a cada quien considerando su ritmo de vida, necesidades y obviamente, el bolsillo de cada comprador.

Comprar un coche nuevo tiene notables ventajas, entre ellas el acceso a las últimas tecnologías en materia automotriz y no olvidemos que la seguridad de un coche nuevo suele ser superior. Y no podemos olvidar que un coche nuevo es poco propenso a averías, lo cual te ahorrará muchos dolores de cabeza y gastos imprevistos durante los primeros años de vida del coche.

Por otra parte, el adquirir uno usado tiene también sus beneficios, como por ejemplo la posibilidad de tener acceso a una gama mayor de modelos de diferentes años, la posibilidad de tener acceso inmediato al coche y una mejor posibilidad de negociación para obtener un mejor precio. 

 

Y es el aspecto económico el que hace que los usuarios se decantan por alguna o por otra opción. La principal ventaja de adquirir un coche usado, es que el costo de adquisición es considerablemente inferior con respecto al de un coche nuevo.

De igual forma, la curva depreciativa de un coche usado es considerablemente inferior. Todo esto se traduce en costes más bajos, permitiendo tener una excelente relación calidad precio. 

 

Costes e impuestos asociados a la compra de un coche de segunda mano.

 

Si te has decidido que lo que más te conviene es adquirir un coche usado, hay que tener  claro que el comprar un coche de segunda mano, no es solo pagarlo y comenzar a disfrutar de tu nueva adquisición. De igual forma, para el vendedor tampoco es recibir el dinero, entregar las llaves y olvidarse del coche. Hay toda una serie de papeleo, tasas e impuestos que se deben cancelar al momento de realizar la transacción. 

El tipo de tasas que se deberán cancelar a la hora de adquirir un coche tendrán ciertas implicaciones dependiendo de las formas y los actores que se vean involucrados en la transacción. Los impuestos al comprar un coche de segunda mano varían dependiendo si el coche se compra en un concesionario especializado en coches de segunda mano o si se compra a un particular.

 

Compra de un coche a un concesionario

 

Si realizas la compra en un concesionario, se deben cancelar dos impuestos, el impuesto al valor agregado o IVA y la transferencia o cambio de titularidad. El impuesto al valor agregado o IVA es un gravamen que se aplica a diversos bienes y servicios de consumo y que se liquida en el momento de la compra de los mismos por parte del comprador. 

 

Este impuesto aplica en la compra de coches usados solo cuando se realiza entre profesionales especializados del sector, como pueden ser concesionarios o autónomos que se especializan en la compraventa de vehículos. Este impuesto conlleva el 21% del valor del coche en España. 

 

El otro pago asociado a la compra de un vehículo usado, es la transferencia o el cambio de titularidad. Cuando se realiza la compra de un coche usado en un concesionario o un autónomo especializado, debe cancelarse un gravamen que corresponde a los costos del traspaso de la titularidad del coche. Esto se paga en la DGT y cuesta 54,60 euros. Sin embargo el concesionario puede ofrecerte el realizar estos trámites añadiendo una tarifa adicional. 

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Impuestos compra de coche de segunda mano a un particular

El otro caso que puede presentarse dentro de la compra de un coche usado, es la transacción que se da entre dos particulares. En estos casos hay dos pagos que deben correr por cuenta del comprador. 

 

El primero de estos es el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, conocido también como ITP. Este impuesto consiste en el gravamen sobre las transferencias de bienes usados entre particulares. Este pago debe ser cubierto por el vendedor y es de ejecución obligatoria ya que no se pueden realizar los trámites de cambio de titular si no se presenta el comprobante de pago de este impuesto ante la DGT. El valor de este impuesto oscila entre el 4% y el 8% del coste total del coche y el valor exacto dependerá de la comunidad autónoma donde se realice la transacción.

 

Adicionalmente a esto, la transferencia de titularidad corre a cargo del comprador y como ya hemos mencionado, es necesario el pago del ITP para poder realizar la transferencia de titularidad.

 

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¿Se debe cancelar el IRPF en transacciones de coches usados?

 

Una de las preguntas más comunes, es acerca del pago del IRPF. Lo cierto es que en toda transmisión de un bien patrimonial, debe declararse bajo el impuesto sobre la renta de las personas físicas. Lo primero que hay que aclarar es que este impuesto debe ser declarado por parte de la persona que está generando ganancias con la transacción, es decir, quedaría a cargo del vendedor. 

También es importante apuntar, que lo normal es que en el 95% de las transacciones de vehículos de segunda mano el precio de venta sea inferior al que el coche tenía cuando se adquirió debido a diversos factores como la antigüedad del coche y la depreciación de los años, lo cual reduce en gran medida los cosas en los que se deba realizar este gravamen, quedando casi exclusivo para coches especiales, antiguos o de colecciones especiales. 

 

En conclusión, en la mayoría de venta de coches de segunda mano, no existe una ganancia particular, por lo que no es necesario declarar este impuesto. Solo en los casos qué el coche se haya revalorizado y valga más en la venta qué en la compra.

¿Desgrava el IVA en compra de coches de segunda mano?

Cuando la venta de un coche de segunda mano se da entre dos personas particulares, no puedes desgravarte el IVA, esto se debe a que no aplica el pago del IVA, si no el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, conocido como ITP. Por otro lado, al comprar el coche a un concesionario de coches de segunda mano, si que se debe cancelar el IVA. 

 

Si el comprador del coche lo adquiere para actividades relacionadas con su negocio, entonces podría este IVA ser deducible como gasto empresarial. Antes de hacer esto es recomendable consultar con tu asesor fiscal con la finalidad de verificar que todas las condiciones para esto se cumplan. De igual manera no todos los vehículos aplican para esto, así que debes verificar esto también. 

 

Impuestos: coches de segunda mano exentos de IVA

Existen diversos coches de segunda mano cuyas operaciones de compra-venta están exentas del pago del impuesto al valor agregado. Veamos algunas de las condiciones más comunes para la exención de este tipo de impuestos. 

 

La primera de ellas, es el traspaso o venta de coches de segunda mano entre particulares, como ya hemos mencionado previamente, en este tipo de transacciones se aplica el impuesto a sobre transmisiones patrimoniales.

 

Si el coche de segunda mano es adquirido dentro de una subasta pública, es necesario revisar las regulaciones locales las cuales indicarán si cualquier vehículo adquirido dentro de las condiciones de la subasta está o no exento de pagos de IVA. 

 

El pago de IVA puede estar exento en la compra de coches que están destinados a exportación. Es importante notar que existe una serie de trámites y requisitos administrativos que deben cumplirse previamente. 

 

Los coches que han sido adaptados a personas con alguna discapacidad pueden estar exentos del IVA para fomentar la inclusividad y accesibilidad. 

 

En los coches de uso exclusivo en actividades comerciales, el IVA puede deducirse como parte del gasto operativo empresarial. Es importante mencionar que solo aplica para vehículos cuyo uso es exclusivo en actividades profesionales o empresariales.

 

 

¿Qué ocurre si no se pagan los impuestos relacionados a la compra-venta?

 

Si no realizas los pagos de impuestos respectivos a la hora de hacer la compra de un coche usado, puedes incurrir en diversas infracciones que traen consecuencias a considerar, siendo una de las más comunes, la imposición de multas y recargos, los cuales aumentan a medida que transcurre mayor tiempo de mora en el pago.

En casos extremos es posible caer en temas más serios como embargos de bienes, ejecutados por las autoridades fiscales del estado con la finalidad de recuperar la deuda. 

 

También es posible incurrir en sanciones como la prohibición de circulación y la inmovilización del vehículo hasta que la deuda pendiente haya sido cancelada en su totalidad. 

 

Es importante mencionar también que la mora continua puede incurrir en sanciones más graves, como la pérdida de beneficios fiscales como deducciones y exenciones. Es posible también incurrir en bloqueos para la ejecución de trámites administrativos e incluso sanciones más graves como penas de prisión en casos extremos. 

 

Nuestra recomendación, no aplaces los pagos de los impuestos de adquisición de tu coche usado y evítate problemas graves a largo plazo. 

 

¿Qué hay de la venta de coches?

Si por el contrario no estás buscando comprar un coche si no vender el tuyo, también existen ciertas consideraciones que tienes que tomar en cuenta en materia tributaria. Básicamente, toda renta, ganancia o pérdida obtenida de transacciones financieras como resultado de cualquier transmisión de bienes patrimoniales, deben incluirse en la declaración del IRPF. Bajo esta premisa, la venta de una coche no está exenta de ser declarada. 

 

Pero hay que analizar cada detalle con cuidado ya que algunas transacciones de coches de segunda mano en las que pueden evitarse las declaraciones. La clave está en lo que la Agencia Tributaria denomina como Ganancia Patrimonial.

 

La Ganancia Patrimonial ocurre cuando ganas dinero con la operación, es decir cuando el precio de venta de tu coche de segunda mano es superior al precio de compra del mismo. Como hemos mencionado anteriormente, el 95% de las ventas de coches usados no aplican bajo esta condición. Ya que los coches cuyos precios de reventa son superiores son solo aquellos vehículos especiales o de colección. En estos casos, estos deben ser declarados y deben pagar el IRPF.

 

Para entender si hay ganancia, hay entonces que determinar el costo efectivo del coche. Por ejemplo, si eres el primer dueño, el coste inicial del será el costo de adquisición más todos los impuestos y trámites en los que incurriste durante la compra inicial. Si el precio de venta de segunda mano es inferior a este precio, no incurres en ganancia por lo que la venta del coche no debe ser declarada. 

 

En los casos en que el coche haya sido heredado o donado, el coste será el que figure en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. 

 

También es importante realizar la notificación de venta ante del DGT, de lo contrario al seguir estando el coche a tu nombre, puedes ser considerado responsable de cualquier cosa que ocurra con el, aunque ya no esté en tu propiedad. 

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También es de igual importancia hacer todos los trámites para la transferencia de la titularidad del seguro. Dependiendo de tu proveedor el proceso puede variar así que asegúrate de informarte de los costes y procedimientos que tu y el comprador deben llevar a cabo.

 

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